Centro de Crecimiento Cristiano

Visión:
Por medio del evangelio de Jesucristo, el Centro de Crecimiento Cristiano, será de bendición para todas las familias a su alcance. (Basado en Génesis 12:3)

Nuestra Misión y Propósito
Buscar el rescate y la transformación integral de las familias a su alcance, para su reintegración a la familia de Dios, mediante la enseñanza y la obediencia a Sus principios.

Visión y Misión Integradas así:
Por medio del evangelio de Jesucristo, buscar el rescate y la transformación integral de las familias a su alcance, para su reintegración a la familia de Dios, mediante la enseñanza y la obediencia a Sus principios.

Para dar Cumplimiento a la promesa de la visión dada por Dios a Abraham… “Por medio de ti serán bendecidas todas las familias de la tierra.” Gen. 12:3; 26:4; 28:14; Gal.3:6-18

miércoles, 22 de octubre de 2008

Boletin Semanal Octubre 5, 2008

LA CRISIS ECONÓMICA GLOBAL NOS OBLIGA A CUESTIONARNOS

1) ¿Dónde estamos?
2) ¿Hacia dónde vamos?, y
3) ¿Cómo se cambia de curso si no vamos en la dirección correcta?

Mateo 24: 3Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? 4Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. 5Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. 6Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. 7Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. 8Y todo esto será principio de dolores.

9Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. 10Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán 11Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; 12y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. 13Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. 14Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.

1) Nuestro objetivo principal debería ser entender lo que está haciendo Dios, no el diablo. (Este es nuestro norte magnético espiritual, según el cual se definen los demás con relación a la profecía bíblica).

2) Las tragedias y la destrucción que vienen sobre el mundo son el resultado de los intentos del hombre de vivir sin Dios y en rebeldía contra Él. (Por lo tanto, nuestro objetivo debería ser hacerlo todo con Él, y en obediencia a Él).

3) El verdadero discernimiento se basa sobre el amor, no sobre el odio ni el temor. (Por eso se nos dice en 1 Timoteo 1:5 que “... el propósito de este mandamiento es el amor na
cido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida”.)

4) Nuestra razón para estar aquí durante estos tiempos es para cumplir la Gran Comisión. Al hacer esto, ayudamos a edificar un puente desde este mundo a la era venidera del Reino de Dios sobre la tierra.) Mateo 28: 18-20, el Señor resume el propósito al que se habían de dedicar Sus discípulos hasta Su retorno: " Jesús se acercó y les habló diciendo: ‘Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo’” Aquí vemos que el fundamento de esta comisión es la autoridad del Señor, la cual está sobre todas las cosas. Por lo tanto, para ser mensajeros de Su reino, y cumplir la Gran Comisión, Su autoridad debe estar creciendo en nuestras vidas.

Vayamos en la dirección correcta
Ahora, al igual que una brújula tiene 360 grados, hay muchos otros propósitos de menor importancia que sin embargo son los que Dios tiene para nosotros. No obstante, una vez que se establezcan los principales puntos cardinales, es mucho más fácil descubrir:
1) ¿Dónde estamos?
2) ¿Hacia dónde vamos?, y
3) ¿Cómo se cambia de curso si no vamos en la dirección correcta?

Si vamos en la dirección correcta, Cristo será el centro de nuestras vidas. Esto significa que el motor de nuestras vidas será el conocerle a Él y servirle por medio de cumplir Su voluntad.

Si vamos en la dirección correcta, aunque los sistemas de este mundo se estén hundiendo, tenemos un reino que no puede ser sacudido, sobre el que estaremos edificando en paz con justicia y equidad.

Si vamos en la dirección correcta, al madurar el mal en el hombre, con el aumento del pecado y la maldad como en los días de Noé, nosotros aumentaremos en amor, fe, y en los frutos del Espíritu, lo cual va en contra de lo que crece en el mundo.

Si vamos en la dirección correcta, nuestras vidas irán en torno a nuestra misión de cumplir la Gran Comisión, buscando a diario tomar más terreno para el reino de Dios por medio de la revelación de la gloria de nuestro Rey y de Su reino.

Conoces tu verdadera autoridad
Si estamos viviendo como debiéramos, nuestra autoridad debe ser en primer lugar quiénes somos en Cristo, y no quiénes somos en el mundo. Lo que quiero decir es que si nos consideramos ingenieros, maestros de escuela o incluso padres o madres, no vamos por el camino correcto para hacer o ser aquello para lo que fuimos creados. Eso no significa que estas cosas no puedan ser una identidad. Pero si nuestra identidad no se basa primordialmente en quiénes somos en Cristo, no vamos por el buen camino. Va a llegar un momento en el que lo más seguro sea que nos “perdamos en alta mar”, o que nos perdamos con el resto de la humanidad.

Esto puede parecer alarmista, pero estáte seguro de que, como nos advirtió el Señor Jesús mismo, cuando dio su discurso principal acerca del final del siglo, “Aumentará tanto la maldad, que el amor se enfriará en la mayoría” (Mateo 24:12). No dijo que esto les fuera a ocurrir a “algunos” o incluso a “muchos”, sino que le pasará a “la mayoría”. Continuó diciendo entonces, en el siguiente versículo: “Pero el que permanezca firme hasta el fin, se salvará”.

Simplemente el hecho de que estés escuchando o leyendo esta Palabra de la Semana es indicación de que eres alguien que busca a Dios. Tal vez seas un buscador ocasional, o incluso alguien que lo busque de cuando en cuando, lo cual es ciertamente mejor que no buscarle en absoluto, pero no será suficiente para guardarte al venir las tempestades sobre el mundo. Si algo hubiere en nuestra vida que tome precedencia sobre Dios, es un ídolo que ha usurpado el lugar justo del Señor. Si este fuere el caso, para regresar al camino correcto debemos convertirle a Él en nuestro enfoque principal y la mayor pasión de nuestras vidas. Cualquier otra cosa sería una distracción y un engaño que nos apartará de la verdadera vida cristiana.

Nuestro enfoque principal debe ser Él
Lo bueno puede ser el peor enemigo de lo mejor. Lo bueno también será el peor enemigo de Dios en nuestra vida. Está bien dedicarnos a nuestra familia, a nuestro trabajo, a servir al prójimo a través de organizaciones de servicio y tal, pero si alguna de estas cosas eclipsa a Dios y a nuestro servicio hacia Él, como enfoque y devoción principal de nuestras vidas, entonces hemos convertido en ídolos a cosas que de otro modo serían buenas.

El colocar a cualquier cosa por encima de Dios en nuestras vidas también reduce en gran manera nuestra efectividad para hacer aquellas mismas cosas buenas que han tomado Su lugar. El hombre fue creado para caminar con Dios, y simplemente no funcionamos bien sin estar unidos adecuadamente a Él. Podemos lograr algunas cosas, pero éstas serán mucho menores e inferiores a lo que podíamos haber logrado al tener una relación adecuada con Él, Por eso se nos dice en Mateo 6:33, “Por lo tanto, buscad primeramente el reino de Dios y el hacer lo ordenado por Él, y todas esas cosas se os darán por añadidura”.

Si amamos a Dios más que a nuestras familias, amaremos a éstas mucho más que de otro modo. Si caminamos en comunión con Dios, obedeciéndole en todo, y morando con Él de tal modo que demos fruto, lograremos muchas cosas más de lo que podríamos hacer de cualquier otro modo para este mundo.

Si estamos buscando al Señor, intentando hacerlo todo en obediencia a Él, estamos buscando primero Su reino. El buscar Su reino es buscar el lugar donde Él es Rey. Si hacemos esto, todo lo demás que necesitamos se nos dará. Esta es la promesa solemne de Dios. Somos necios si incluso queremos hacer algo sin Él.

Creciendo en justicia
Si hemos de discernir la verdad de la profecía bíblica, debemos comprender que el entender Su verdad no se trata simplemente de poner en línea nuestros principios y fórmulas. Su verdad es un río de agua viva que da vida. Su verdad no está sólo para darnos información verdadera, sino para cambiarnos, para convertirse en nuestra vida. Por lo tanto, si buscamos Su reino y Su justicia, Él debe ser el Rey de una parte de nuestra vida que va en aumento, y debemos estar creciendo en justicia. Sólo entonces tendrá vida nuestro mensaje acerca de Su reino.

Así que ésta es nuestra misión: entender las profecías bíblicas de nuestros tiempos, no sólo conocerlas, y ser parte del propósito de Dios en nuestros tiempos. El único fundamento del verdadero entendimiento está en vivir en comunión y obediencia a Dios. Sólo podemos conocer realmente el Camino y la Vida si Jesucristo es también nuestra Vida.

Así que, esta semana, decide que le vas a buscar y a caminar con Él en todo lo que haces. Busca Su reino en todo lo que haces, buscando Su Señorío en él. Si vamos por el buen camino en nuestras vidas, debería estar creciendo Su presencia y Su autoridad en todo lo que hacemos, como leímos en Filipenses 1:3-11:

“3Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, 4siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros, 5por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora; 6estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo; 7como me es justo sentir esto de todos vosotros, por cuanto os tengo en el corazón; y en mis prisiones, y en la defensa y confirmación del evangelio, todos vosotros sois participantes conmigo de la gracia. 8Porque Dios me es testigo de cómo os amo a todos vosotros con el entrañable amor de Jesucristo. 9Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento, 10para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo, 11llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.

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