Boletin Semanal Marzo 8, 2009

EL PRIVILEGIO DE SERVIR

Marcos 1:1-4, 9-14, 21, 22,29-32,34

Principio de la buena noticia de Jesucristo, el Hijo de Dios. 2 El profeta Isaías había escrito: “Envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. 3 Una voz grita en el desierto: ‘¡Preparad el camino del Señor, abridle un camino recto!’ ”d 4 Sucedió que Juan el Bautista se presentó en el desierto bautizando a la gente. Les decía que debían convertirse a Dios y ser bautizados, para que Dios les perdonase sus pecados.

Por aquellos días, Jesús salió de Nazaret, en la región de Galilea, y Juan lo bautizó en el Jordán. 10 En el momento en que salía del agua, Jesús vio que el cielo se abría y que el Espíritu bajaba sobre él como una paloma. 11 Y vino una voz del cielo, que decía: “Tú eres mi Hijo amado, a quien he elegido.”n
12 Después de esto, el Espíritu llevó a Jesús al desierto. 13 Allí vivió durante cuarenta días entre las fieras, y fue puesto a prueba por Satanás; y los ángeles le servían.
14 Después que metieron a Juan en la cárcel, Jesús fue a Galilea a anunciar las buenas noticias de parte de Dios. 15 Decía: “Ha llegado el tiempo, y el reino de Dios está cerca. Volveos a Dios y aceptad con fe sus buenas noticias.”
21 Llegaron a Cafarnaún, y el sábado entró Jesús en la sinagoga y comenzó a enseñar. 22 La gente se admiraba de cómo les enseñaba, porque lo hacía con plena autoridad y no como los maestros de la ley.

29 Cuando salieron de la sinagoga, Jesús fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés.

32 Al anochecer, cuando ya se había puesto el sol, llevaron ante Jesús a todos los enfermos y endemoniados

34 Jesús sanó de toda clase de enfermedades a mucha gente y expulsó a muchos demonios; pero no dejaba hablar a los demonios, porque ellos le conocían

Los que estamos aquí hemos sido llamados al gran privilegio de servir al Rey de Reyes, al Señor de Señores.

Si te paras delante del Señor Jesús, si te paras delante del Padre, si te paras delante del Espíritu Santo, te vas a sentir indigno de servir a tanta santidad, pero un día a Dios le plació llamarte para que le sirvieras en un área del reino.

En la palabra que leímos hoy vemos como Juan el bautista fue allanando el camino para Jesús, para enderezar caminos, enderezar sendas, Jesús no vino a preparar el camino, el vino a cumplir un propósito: hacerse como uno de nosotros para morir por nosotros en la cruz, quitar el pecado de nosotros y libertarnos.

Ahora venimos nosotros a cumplir un propósito para el cual Dios nos creo, venimos con nuestros delitos y pecados, con todo esto, es porque en nuestro largo caminar nos hemos ensuciado.

A veces venimos tan golpeados y sucios que Dios tiene que pasarnos por un proceso fuerte para prepararnos para su obra, a veces contendemos con Dios por esto.


El proceso de Dios es duro, es complicado, nosotros entendemos que nos merecemos todo de Dios, pero Dios dice yo me merezco todo de ti, porque lo que tu tienes es mío. En este proceso que estamos siendo preparados, Dios invierte, cada curso que recibimos aquí te cuesta el venir aquí y tomar parte de tu tiempo, pero a Dios le cuesta más, cada curso que el Señor te permite tomar es para que tú aprendas, es porque el Señor te va a usar para cosas donde tú necesitas ese aprendizaje. Mientras mas cursos tu desechas, mas puntos de confianza tú pierdes ante el Señor.

En el cielo no vamos a estar ociosos, vamos a tener ocupaciones. Dios te va a pedir cuenta de las instrucciones que tu recibas aquí, si tú pierdes la instrucción Dios escogerá a otra persona para que haga ese trabajo.
Dios nos esta dando tanto y cuando Dios te da tanto, El te va a pedir mucho. Si estas recibiendo instrucción aquí es para la excelencia de Dios. El que es excelente en lo secular, al contrario de lo que el mundo dice, el que es excelente en lo secular no necesariamente es excelente en el reino.

Cuando una persona nos exige, nos molestamos porque estamos acostumbrados a la mediocridad.
Dios te llamó como tú estas, pero empieza un proceso de transformación con nosotros. Dios trabaja en todos los aspectos de tu vida, trabaja en lo material, en lo físico y en lo espiritual. A veces que estamos dispuestos a cambiar en lo espiritual, pero no en lo físico y en lo emocional, o estamos dispuestos a crecer en lo físico y en lo emocional, pero no en lo espiritual y viceversa.

Dios te va a ocupar en la medida en que va preparándote, es como los médicos que hacen una pasantía. En el cielo no hay botellas, debes de trabajar en el reino de Dios, el Señor paga todo lo que tú haces para el Señor, el Señor paga, El no se queda con el dinero de nadie. En la palabra se habla de que al trabajador hay que pagarle a tiempo y su paga completa. Cuando tú haces tu trabajo con excelencia, que hasta le pides a otro que haga un trabajo adicional, pero este se niega. Si te dicen loco por tu trabajo tan excelente como lo haces, alégrate, nosotros tenemos una responsabilidad con Dios, con lo que El te da y con lo que El te va a dar.

Hay cosas que Dios te ha quitado porque no has hecho el trabajo con excelencia, yo quiero que hagamos un análisis de que cosas te ha quitado el Señor, que cosas tú le has pedido que el Señor no te haya dado. Si usted está pendiente de las cosas seculares, es porque no está pendiente de las cosas de Dios.

Dios quiere usarte, dile al Señor úsame envíame a mi enséñame a ser como tu quieres y a trabajar como tu lo necesites.