Centro de Crecimiento Cristiano

Visión:
Por medio del evangelio de Jesucristo, el Centro de Crecimiento Cristiano, será de bendición para todas las familias a su alcance. (Basado en Génesis 12:3)

Nuestra Misión y Propósito
Buscar el rescate y la transformación integral de las familias a su alcance, para su reintegración a la familia de Dios, mediante la enseñanza y la obediencia a Sus principios.

Visión y Misión Integradas así:
Por medio del evangelio de Jesucristo, buscar el rescate y la transformación integral de las familias a su alcance, para su reintegración a la familia de Dios, mediante la enseñanza y la obediencia a Sus principios.

Para dar Cumplimiento a la promesa de la visión dada por Dios a Abraham… “Por medio de ti serán bendecidas todas las familias de la tierra.” Gen. 12:3; 26:4; 28:14; Gal.3:6-18

lunes, 2 de marzo de 2009

Boletin Semanal Febrero 22, 2009


NUESTRO DIOS, ES DIOS DE MONTE Y DE VALLES

Desde el Jardín del Edén hasta el Monte de los Olivos hay una cadena de montes donde sucedieron hechos muy significativos. En cada uno de ellos se produjo un acontecimiento sobrenatural y han sido registrados en las Sagradas Escrituras para que nosotros hoy podamos obtener algunas lecciones que revolucionen nuestra vida espiritual y nos ayuden a alcanzar nuevas alturas en Dios. Miqueas 4:1 dice “Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa de Jehová será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a el los pueblos”.

Sin lugar a dudas es en los lugares altos donde Dios se revela a su Pueblo con Poder, es en sus alturas espirituales donde podemos alcanzar mayor estatura espiritual. Podemos escalarlos por fe para tener experiencias cumbres en el monte con Dios. Veamos a continuación aquellos acontecimientos que sucedieron en diversos montes y la aplicación práctica que podemos obtener hoy para beneficio de nuestras vidas :I. EN LA CREACION.. REPRESENTA EL MONTE DE LOS COMIENZOS : La Palabra de Dios nos dice que el Jardín del Edén estaba situado en un monte (Ezequiel 28:14). Este lugar es comúnmente conocido como el lugar de todos los comienzos donde el Señor puso a Adán y Eva para que lo labrasen y cuidasen. Para nosotros hoy, es un lugar adonde Dios nos lleva para hacer algo nuevo en nuestras vidas. Nos referimos a entrar quizás en una nueva etapa económica, física, emocional, ministerial totalmente diferente a lo vivido anteriormente. Cuando subimos al monte a buscar a Dios, con una actitud de expectante paciencia, siempre se generará un génesis o comienzo espiritual. Si en este tiempo está necesitado de algo nuevo de parte de Dios, has un alto, sube al monte a buscar su rostro y permítale a El hacer lo imposible.

II. NOE… EL MONTE DE LA SEGUNDA OPORTUNIDAD. : Fue en el MONTE ARARAT donde Dios restableció su pacto con Noé (Génesis 8:4; 9:1,9) luego que la tierra fue destruida con el diluvio debido al pecado de la humanidad. Allí se firmo el pacto de la segunda oportunidad para el ser humano. Para nosotros Nuestros pecados siempre frenan e impiden el obrar de Dios y nos hacen caer de nuestra posición espiritual. Gracias a Dios que por medio del arrepentimiento y la confesión podemos recibir el perdón de todos nuestros pecados (1 Juan 1:9) y empezar otra vez a caminar cerca del Señor. Con Cristo siempre existe una nueva oportunidad para aquel que viene humillado ante el Señor. Dios siempre se deleita en restaurar, reponer y levantar lo que está destruido, abatido y caído. ¡Que misericordia encontramos en el monte de la segunda oportunidad con el Señor!

III. ABRAHAM… EL MONTE DE LA RENUNCIA. : Fue en el MONTE MORIAH donde Dios le ordenó a Abraham sacrificar a su único hijo Isaac. Fue una prueba dura y terrible para este padre que tuvo que esperar muchos años para recibir a este hijo prometido. Dios probó su capacidad de obediencia y fidelidad y resultó aprobado al hacer todo lo que Dios le había ordenado. Abraham tuvo que aprender a renunciar por obediencia a Dios. Cuando eso sucedió el Señor se le reveló como el proveedor (Génesis 22:14). En las profundidades del Espíritu solo avanzan aquellos que han estado dispuestos a renunciar a todo por la causa del Señor. La renuncia es una decisión del corazón de poner por sobre todas las cosas al Señor y luego todo lo demás. El grado de renuncia en nuestra vida es la medida de nuestra madurez espiritual. No existe verdadero crecimiento espiritual sin una vida de renuncia.

IV. ELIAS… EL MONTE DE LA VICTORIA DEPEDIENDO SOLO DEL OBRAR DE DIOS : Fue en el MONTE CARMELO donde Elías desafió a los profetas de Baal (1 Reyes 18:20) y el poder de Dios consumió el holocausto demostrando su poder y autoridad sobre los ídolos. Existen oportunidades en la vida donde no podemos hacer nada, para ganar batallas u obtener conquistas a menos que Dios intervenga directamente desde el cielo. En esos momentos Dios solo quiere que seamos los espectadores del despliegue de su poder. Nuestra responsabilidad en estos casos es estar “quietos espiritualmente” manteniendo nuestra vida llena de alabanza y santa expectación tal como sucedió con la toma de Jericó (Josué 6) y la Victoria sobre Moab y Amón (2 Crónicas 20:17-22).

V. MOISES…. EL MONTE DEL COMPROMISO O LLAMADO DIVINO. Este hombre de Dios fue uno de los que más experiencias espirituales tuvo sobre un monte:

EXODO 3:1-6, 12 MONTE HOREB, MONTE DE DIOS : Existe un monte en el cual Dios nos llama para algo más. Moisés tenía 80 años y fue llamado por Dios para hacer algo para El. Este llamado viene con una visión. Moisés fue cautivado por la visión de la zarza ardiendo que no se consumía. Cuando Dios llama nos pone una visión en la vista espiritual incomprensible a la vista. Dios siempre llama la atención del hombre con una visión. Por Ej.: Isaías cuando vio al Señor sentado sobre un trono (Isaías 6:1-5); Saulo en el camino a Damasco (Hechos 9). El llamado de Dios siempre nos dirá que hacer, es con un propósito. Moisés tenía que libertar al pueblo de la esclavitud y Dios prometió estar con El a pesar de todas sus dudas (Éxodo 3:11-4:17). Dios le dio una vara y se la hizo tirar al suelo, la cual se transformo en una serpiente. Luego se la hizo tomar otra vez y esa vara insignificante se transformó en LA VARA DE DIOS. YA NO ERA MAS LA VARA DE MOISES (Éxodo 4:20) Luego le dijo que metiera la mano en su seno y le salió toda llena de lepra, figura del pecado en el corazón del hombre. Le dijo que la volviese a meter y su mano quedo limpia (Éxodo 4:6-7). Dios le enseño a Moisés que El es el único que puede hacer el milagro de limpiarnos de la lepra y tratar con la lepra para que vivamos una vida limpia. Es necesario tener un corazón limpio. Esto es un milagro, porque solo Dios puede hacerlo con su Poder.

EL MONTE DE LA FRESCA REVELACION
2) EXODO Caps. 19-24 En el MONTE SINAI se realizó un encuentro entre Jehová Dios y Moisés. Estuvieron juntos durante 40 noches y 40 días. El pueblo tenía prohibido subir al monte ni tocarlo. Moisés allí recibió las tablas de la Ley, instrucciones para la construcción del Tabernáculo, directivas para el sacerdocio y los estatutos para el pueblo. La Biblia dice que Moisés hizo todo conforme al modelo que Dios le dio (Éxodo 40:19,21,23,25,27,29).


Debemos apartarnos muchas veces para que Dios nos hable específicamente. Fue en este monte donde se predico el conocido “Sermón del Monte” y donde Jesús impartió enseñanzas tan profundas que aun los teólogos hoy no pueden descifrarlas totalmente. Jesús como hijo de Dios cumplió la función de maestro, trayendo a la luz las verdades ocultas del Espíritu. Es en el monte de Dios donde obtenemos luz sobre lo que esta escrito en la Palabra de Dios. Juan 6:63 dice: “…las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida”. La revelación de la Palabra de Dios viene a nuestras vidas cuando fusionamos la autoridad de las Sagradas Escrituras con el Poder del Espíritu Santo. Allí se forma un verdadero equilibrio y podemos dar pan fresco del cielo a los demás para que sean alimentados, solidificados y fortalecidos a fin de manifestar el carácter de Cristo y hacer bien la obra de Dios (Efesios 4:12).

TAMBIEN NUESTRO DIOS, SE MANIFIESTA EN LOS VALLES.

1Reyes 20:1-43
Los arameos(sirios) habían escuchado acerca del pueblo de Israel, que el Dios de esta gente se manifestaba en los montes, el Monte Sinaí con todo su estruendo era historia conocida por todos.De alguna manera ellos asociaban las alturas con el Dios de Israel y de cierto era así. (Salmos 43:3, 68:15-16, Isaías 2:2)

Los analistas militares de Ben-Adad estaban en lo correcto, el Dios de los israelitas era Dios de los montes, Dios que invita a elevarnos, a subir, a desconectarnos de los sistemas de este mundo, a disfrutar de los beneficios de las alturas: aire puro, quietud, manantiales de aguas puras y refrescantes, pastos verdes, veredas y caminos ya trazados.

El consejo parecía tener sentido: peleemos contra ellos en los valles porque ya que su Dios es Dios de alturas nada más, los podremos vencer fácilmente, EL NO DESCIENDE A LOS VALLES ,EL SOLO SE OCUPA DE LOS MONTES.

Los enemigos de Israel consideraban lo siguiente “en los valles nosotros somos más fuertes”. Ellos tenían carros tirados por caballos capaces de atropellar grandes números de soldados de a pie con lo cual no contaban los israelitas. Los israelitas tenían la reputación de ser mejores guerreros en las colinas pero ineficaces en los valles y las mesetas porque no usaban carros de batalla.

Al cabo del año como lo había dicho el profeta, Ben-Adad alistó a su gente y se levantó contra Israel. Israel se preparó, eran pocos, a su parecer eran “dos pequeños rebaños de cabras’ mientras que los arameos (sirios) “llenaban la tierra”. Esto podía provocar desaliento, desánimo y temor. Pero nuevamente vino Palabra de Dios por un siervo profeta con palabras de aliento, v.28. El Dios de las alturas, de los montes había escuchado lo que hacía un año atrás los analistas militares sirios habían dicho en secreto y ahora se lo había revelado a su profeta y éste a su vez se lo comunica al rey Acab.

Los arameos (sirios) han dicho que nuestro Dios es Dios de los montes pero no de los valles pero están totalmente equivocados: “YO SOY DIOS DE LOS MONTES PERO TAMBIEN SOY DIOS DE LOS VALLES Y LES VOY A DAR OTRA VICTORIA TOTAL SOBRE SUS ENEMIGOS”.
15. ¿ Y tú, has pensado lo mismo que los sirios alguna vez? El valle: tierra estéril, arena, temerosas tormentas, soledad, desolación, calor, escorpiones, monotonía, serpientes, frío cortante, vientos que rugen: desilusión, traición, pena. ¿Has llegado a preguntarte si tu Dios es un Dios de valles o sólo de montes?

El enemigo te engaña y te susurra al oído que tu Dios no podrá defenderte ni ayudarte en el valle porque El sólo se mueve en las alturas, que se hará real mientras tengas salud, bienestar, bendiciones y prosperidad pero, “no te olvides, tu Dios es Dios de montes, nada más” diciéndote eso te quiere decir entre líneas: “cuando te enfrentes al valle no cuentes con El porque no estará allí, estará muy ocupado en el monte como para descender al valle, aquí en el valle estás a mi merced, estás en mis manos, acostúmbrate a los escorpiones y las serpientes”.
¡Qué equivocados estaban los sirios! ¡NUESTRO DIOS ES DIOS DE LOS MONTES PERO TAMBIEN DE LOS VALLES! El es capaz de prosperarte pero también es capaz de consolarte cuando lo pierdes todo, El es capaz de sanarte pero también es capaz de fortalecerte mientras pasas por la enfermedad, El es capaz de elevarte a las alturas para que tomes aguas frescas de manantial pero también es capaz de hacer aparecer un oasis mientras transitas tu desierto.

Los sirios creían que eran sus dioses los que dominaban y gobernaban en los valles y las llanuras y que esto les auguraba una victoria segura, así mismo nuestro enemigo nos hace creer que él es el que tiene dominio de las circunstancias y situaciones y que él gobierna en el valle, que no tienes alternativas porque a “tu” Dios no le interesa bajar a “tu” valle.

Muy pronto los sirios se llevarían una tremenda sorpresa, quedaron otra vez derrotados, su arrogante rey, cautivo y pidiendo misericordia junto a sus otros funcionarios, y todos tuvieron que comprender, especialmente Acab que Dios era y es el Señor, DIOS DE LOS MONTES Y DIOS DE LOS VALLES.

Dios nos llama en este tiempo a que vayamos a buscarle en el monte pues allí experimentaremos tomados de su mano, nuevas alturas, vitales y necesarias para alcanzar una vida saludable espiritual y ser hombres y mujeres de autoridad espiritual. No nos conformemos con menos, ¡Subamos al monte para tener experiencias cumbres. Pero no olvidemos que también en los valles nuestros Dios nos da la victoria.

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